-¿Dígame?
-¿Cómo está la chica más sexy del mundo?
- ... déjame en paz.
-No me digas eso... en el fondo sabes que no soportas estar sin mí.
-¿Ah sí? Y... qué te hace pensar eso?
-Sé escuchar tu sonrisa. Y ahora estás sonriendo.
-Mentira.
-Ya, ¿pero a que ahora sí?
-... te odio.
-Mentira.
-¿Siempre llevas esa estúpida razón que tanto me enfurece?
-Sí. Siempre y cuando se trate de ti.
- ...
-No sonrías tanto, que luego te va a doler la cara.
-Te quiero, sabelotodo.
-Lo sé.
-¿Cómo está la chica más sexy del mundo?
- ... déjame en paz.
-No me digas eso... en el fondo sabes que no soportas estar sin mí.
-¿Ah sí? Y... qué te hace pensar eso?
-Sé escuchar tu sonrisa. Y ahora estás sonriendo.
-Mentira.
-Ya, ¿pero a que ahora sí?
-... te odio.
-Mentira.
-¿Siempre llevas esa estúpida razón que tanto me enfurece?
-Sí. Siempre y cuando se trate de ti.
- ...
-No sonrías tanto, que luego te va a doler la cara.
-Te quiero, sabelotodo.
-Lo sé.
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